El arte y abogacía
Transcurridos casi 26 años desde que me incorporé al Colegio de Abogados de Costa Rica, nunca olvidaré aquellas primeras lecciones en las cuales los profesores nos enseñaban e insistían en los mandamientos del abogado, sobre los cuales siempre reflexiono, cuando observo las conductas de aquellos colegas ayunos de memoria.
Cuando nos referimos a la abogacía es inevitable pensar en que es una de las disciplinas que envuelve numerosas áreas y debe ejercerse artísticamente. La estética, el honor de ser juristas y la responsabilidad nos acompañarán cada día desde que recibimos nuestro título.
La práctica honorable de la abogacía debe estar marcada por aquellos hermosos mandamientos de Eduardo J. Couture y nuestro Código de Deberes jurídicos, morales y éticos. Para aquellos que inician sus estudios en Derecho, les sugeriría que además de amar la profesión, es transcendental estudiar, pensar y ser leal con tu cliente. El Derecho se transforma constantemente; pensar de forma compleja, nos permitirá tomar las decisiones acertadas y sé leal con tu cliente, hasta que comprendas que es indigno.
Los abogados somos ciudadanos y profesionales que tenemos importantes obligaciones con la sociedad a la cual brindamos nuestros servicios, nos corresponde relacionarnos con seriedad, justicia honorabilidad y comprensión, entre otros. Como juristas estamos comprometidos con nosotros mismos, con la sociedad y nuestra clientela, fundamentalmente debemos actuar con estricto apego a las normas jurídicas, morales y éticas, de lo contrario nuestras faltas conllevarán fuertes sanciones, que pueden llegar a la suspensión como profesionales.
Nuestros servicios estarán permanentemente sometidos a juicios y opiniones, por ello el ejercicio de la abogacía debe ser una ardua fatiga puesto al servicio de la justicia!!!